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lunes, 19 de marzo de 2018

IMÁGENES DE LANZAROTE



FRANCISCO FERNÁNDEZ BETHENCOURTH

Nació en Arrecife de Lanzarote el 27 de julio de 1851 y falleció en Alicante, 2 de abril de 1916
Tomó posesión de la silla K en la Real Acameia de la Lengua el 10 de mayo de 1914 con el discurso titulado "Las letras y los grandes". Le respondió, en nombre de la corporación, Emilio Cotarelo y Mori.

Político, historiador y genealogista, era licenciado en Derecho por la Universidad Central (1879); asimismo, había realizado estudios en el Seminario de Las Palmas y en la Escuela de Derecho de La Laguna. Fue diputado a Cortes por la circunscripción de Canarias y senador por las Islas Canarias. Según se recuerda en el Diccionario biográfico español (2001), «durante el Sexenio fue partidario de la Restauración borbónica».

Gran experto en genealogía y herádica, entre sus publicaciones destacan Nobiliario y blasón de Canarias: diccionario histórico biográfico, genealógico y heráldico de la provincia (1878-1886), Historia genealógica y heráldica de la monarquía española, Casa Real y Grandes de España (1897-1920), La Corona y la nobleza de España (1903) yAnuario de la nobleza de España (1908-1917).

Fue nombrado académico de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, presidente honorario de la Academia Imperial y Real Adler de Viena, miembro de la Academia Genealógica Italiana, presidente de honor y delegado general del Consejo Heráldico de Francia, y condecorado con la Gran Cruz de la Orden de la Concepción de Villaviciosa de Portugal y de San Olaf de Noruega.


viernes, 30 de octubre de 2015



LA CULTURA DEL AGUA Y LA MUJER


No hay cultura si no hay participación, no hay cultura si no hay tradición. La mujer como custodio de las tradiciones y costumbres atesora las vivencias de los pueblos.

La cultura del agua en Canarias no existiría sin las numerosas mujeres que día a día buscaban ese vital recurso desplazándose varios kilómetros en busca del agua.

La mujer atesora el balde, como recipiente cultural hídrico, los más sutiles giros de muñeca hasta alcanzar el volumen total del preciado líquido, el paso sereno y firme durante el camino hasta su casa, y la dulzura al depositar este tesoro en su hogar, en las destiladeras, en los diversos recipientes.

Cuántas mujeres fueron en busca del agua a pozos, aljibes, maretas, fuentes y tantos otros lugares donde el agua brotaba o se depositaba.

Cuántas mujeres relataron en mayúsculas esas historias del agua, en retratos de literatura, de cantares, de decires...

La MUJER y la CULTURA del AGUA han ido de la mano, reconocimiento mútuo. Agua y mujer. Mujer y Agua como un sólo elemento